Los SINTAR son sistemas que buscan copiar o aprovechar algunas características de los ecosistemas acuáticos naturales para tratar aguas residuales, tanto de origen doméstico como industrial. Existe una gran variedad de estos sistemas: lagunas, humedales construidos, zanjas de infiltración, tanques de evaporación, entre otros.
En el tratamiento de aguas residuales por medio de estos sistemas naturales intervienen distintos organismos como bacterias, algas, plantas acuáticas o macrófitas, etc. También tienen mucha relevancia procesos como la sedimentación, la filtración mecánica, o la destrucción de patógenos por la luz ultravioleta del sol.
Como todo sistema de tratamiento, los SINTAR tienen ventajas y desventajas. En general, las principales ventajas son: menores costos operativos, posibilidad de autoconstrucción utilizando materiales del lugar, creación de hábitats para flora y fauna, etc. La principal desventaja de estos sistemas es que suelen ocupar mayor superficie que los sistemas convencionales y además se tiene menos control sobre el tratamiento de las aguas, ya que éste se ve afectado, por ejemplo, por factores meteorológicos.
Cabe destacar, además, que la elección entre estos sistemas y los convencionales depende de muchos factores como el tipo de agua a tratar, el terreno disponible, etc., sin embargo en muchos casos la utilización de un tratamiento convencional puede complementarse con un sistema natural. Un ejemplo es el tratamiento terciario de efluentes cloacales que ya han sido tratados en una planta de lodos activados, por medio de un humedal construido.
Construcción comunitaria de un humedal para tratamiento de aguas grises en el Espacio de Agroecología, Municipio de Morón.
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